Tuna

La Opuntia ficus indica, o popularmente conocida en Chile como tuna, es un frutal realmente digno de admiración. Es un cactus que se da en climas áridos y secos, por lo tanto usted podrá predecir que soporta temperaturas extremas de manera perfecta. Su metabolismo CAM (el cual no será descrito en esta ocasión, ya que no apunta a lo principal del blog), le permite resistir estas condiciones climáticas y poder producir sus compuestos orgánicos quizás menos eficientemente que una planta C3, pero aun así pueden desarrollarse donde otras no y reproducirse sin problema.
Ahora, respecto a las temperaturas y sus limitantes, es necesario saber que su temperatura máxima promedio no debe sobrepasar los 30° C, aunque su óptimo desarrollo se produce entre los 18 y 25° C. Esta planta es resistente a la sequia, aunque si en verano es beneficiada con agua, dará unos frutos mucho más grandes de lo normal. Estos, en su maduración, necesitan aproximadamente temperaturas de 25° C a 32° C y una mínima de 5° C.
Las plantas nuevas son muy sensibles a las heladas, llegando incluso a morir completamente, y las más viejas pueden llegar a perder las denominadas comúnmente como “paletas”, pero que en realidad es el tallo (existen variedades que pueden soportar los -16° C, aunque por periodos cortos de tiempo). En cuanto a altas temperaturas, la mayoría de este tipo de plantas pueden soportar temperaturas de 60° C por algún tiempo, dañándose en cierta medida las células más expuestas, y se ha comprobado que por periodos de una hora han soportado 65° C (este daño celular dependen gran medida de la cantidad de agua al interior de la planta, debido a que un bajo contenido de agua conduce a una mejor tolerancia a T° bajas).
La temperatura tiene influencia directa sobre la absorción del CO2 atmosférico, ya que cuando la T° es muy elevada, los estomas se cierran, y por ende no ocurre absorción. Es razonable pensar que, si las CAM abren sus estomas en la noche y absorben el CO2 en este periodo, las temperaturas que más le influyen a este tipo de plantas son exactamente las nocturnas. La temperatura nocturna optima es relativamente baja (15° C), y temperaturas de 5 – 20° C conducen a un mínimo del 80% de la entrada neta de dióxido de carbono, por lo que mientras las temperaturas se mantengan entre los 0° C y los 30° C (condiciones que se dan generalmente en climas templados-áridos) durante el día, no influirá en gran medida a la absorción de CO2 de la planta.